A su corta edad, Marko Calasan es el ingeniero más joven del mundo.
Un cuadro en su cuarto, que está firmado por el propio Bill Gates, así lo confirma, según narró su madre, Radica Calasan.
Marko habla macedonio, inglés, italiano y francés; también tiene nociones del español.
Marko habla macedonio, inglés, italiano y francés; también tiene nociones del español.
El niño tiene su propio laboratorio en el colegio, donado por el Ministro de Educación, en el "que trabaja la manera de enviar señales de alta definición a través de una infraestructura relativamente lenta".
También está escribiendo un libro sobre la preinstalación, instalación y posinstalación de Windows 7 y se prepara para grabar una comedia en Macedonia, su país natal.
Su madre sólo sonríe mientras él cuenta sus proyectos, como el niño grande que es.
Su madre sólo sonríe mientras él cuenta sus proyectos, como el niño grande que es.
Es muy difícil entender de lo que él habla y más si su edad no encaja con sus actividades, pero todo cambia cuando Marko se refiere a sistemas para computadores con semejante credibilidad.
"Sabíamos que era un niño especial. Desde muy pequeño se interesó en los computadores, porque mi esposo y yo trabajábamos en la parte de sistemas. Marko todo el tiempo se sentaba y miraba lo que estábamos haciendo. Luego, notamos que nadie lo podía mover de un computador y algunas veces peleábamos y lo obligamos a que jugara", relató Radica.
A sus tres años empezó el gusto por la astronomía y por los idiomas; llegó a aprenderse los números en 15 idiomas.
En el colegio siempre fue el mejor de su clase y ni hablar cuando se trataba de computadores.
"Sabíamos que era un niño especial. Desde muy pequeño se interesó en los computadores, porque mi esposo y yo trabajábamos en la parte de sistemas. Marko todo el tiempo se sentaba y miraba lo que estábamos haciendo. Luego, notamos que nadie lo podía mover de un computador y algunas veces peleábamos y lo obligamos a que jugara", relató Radica.
A sus tres años empezó el gusto por la astronomía y por los idiomas; llegó a aprenderse los números en 15 idiomas.
En el colegio siempre fue el mejor de su clase y ni hablar cuando se trataba de computadores.
Empezó a meterse de fondo con el trabajo de sus papás después de las clases y fue ahí cuando Microsoft y el mundo se dieron cuenta de este genio.
"La empresa (nuestra) tenía algunos inconvenientes con Microsoft en cuanto a hardware y software, por lo que Marko decidió crear una estrategia para mejorarla; a partir de ahí Microsoft lo invitó a trabajar con ellos. Él está muy feliz con ellos, no se quiere cambiar", relató Radica.
Incluso, su estilo de vida de un niño convencional tuvo que ser modificado por su trabajo con la empresa y en la escuela.
Siempre está viajando, un día está en China y a las pocas horas se encuentra dando conferencias en Estados Unidos.
"La empresa (nuestra) tenía algunos inconvenientes con Microsoft en cuanto a hardware y software, por lo que Marko decidió crear una estrategia para mejorarla; a partir de ahí Microsoft lo invitó a trabajar con ellos. Él está muy feliz con ellos, no se quiere cambiar", relató Radica.
Incluso, su estilo de vida de un niño convencional tuvo que ser modificado por su trabajo con la empresa y en la escuela.
Siempre está viajando, un día está en China y a las pocas horas se encuentra dando conferencias en Estados Unidos.
Una vez regresa a su casa, retoma sus labores en el laboratorio y prepara las clases de informática básica en su colegio, como profesor.
Marko aseguró que pese a esto, saca tiempo para salir con sus amigos a jugar fútbol y ver dibujos animados por televisión, pero aclara que lo hace después de "terminar todas las cosas que tengo que hacer".
Marko es hijo único pero, según su madre, no es fácil tener un hijo genio. "Él es un chico muy costoso, porque todo el tiempo necesita nueva tecnología. Él debe asistir todo el tiempo a seminarios de nuevas tecnologías alrededor del mundo. Nosotros necesitamos mucho dinero para estos viajes y a veces no podemos ir, otras veces sí. No es fácil", contó.
Lo bueno, según Radica, es lo predecible que llega a ser, sobre todo cuando se trata de regalos en Navidad y de su pastel de cumpleaños. "Siempre es algún sistema tecnológico nuevo y que necesita, y siempre, siempre el motivo es el logo de Microsoft", dijo.
Pero a pesar de sus logros y reconocimientos como el ingeniero de sistemas más joven del mundo, y aunque tienen claro que quiere pasar su vida entre computadores y conferencias, Marko confesó que tiene la motivación de hacer algo más, algo diferente, algo como la actuación.
Un canal de televisión en Macedonia lo llamó hace pocos meses para empezar a grabar una comedia, una nueva obligación que le quita más tiempo para hacer cosas propias de su edad. Sin embargo, Marko aseguró que él se "considera como un niño normal".
Marko aseguró que pese a esto, saca tiempo para salir con sus amigos a jugar fútbol y ver dibujos animados por televisión, pero aclara que lo hace después de "terminar todas las cosas que tengo que hacer".
Marko es hijo único pero, según su madre, no es fácil tener un hijo genio. "Él es un chico muy costoso, porque todo el tiempo necesita nueva tecnología. Él debe asistir todo el tiempo a seminarios de nuevas tecnologías alrededor del mundo. Nosotros necesitamos mucho dinero para estos viajes y a veces no podemos ir, otras veces sí. No es fácil", contó.
Lo bueno, según Radica, es lo predecible que llega a ser, sobre todo cuando se trata de regalos en Navidad y de su pastel de cumpleaños. "Siempre es algún sistema tecnológico nuevo y que necesita, y siempre, siempre el motivo es el logo de Microsoft", dijo.
Pero a pesar de sus logros y reconocimientos como el ingeniero de sistemas más joven del mundo, y aunque tienen claro que quiere pasar su vida entre computadores y conferencias, Marko confesó que tiene la motivación de hacer algo más, algo diferente, algo como la actuación.
Un canal de televisión en Macedonia lo llamó hace pocos meses para empezar a grabar una comedia, una nueva obligación que le quita más tiempo para hacer cosas propias de su edad. Sin embargo, Marko aseguró que él se "considera como un niño normal".
eltiempo.com