Por Matt Spetalnick y Joseph Nasr
WASHINGTON/JERUSALEN (Reuters) - El ministro de Defensa israelí dijo el miércoles que el Estado judío podría entregar partes de Jerusalén en las conversaciones de paz con los palestinos, que serán lanzadas por el presidente estadounidense, Barack Obama.
Un brote de violencia en la ocupada Cisjordania y un estancamiento sobre los asentamientos judíos en ese lugar son vistos como posibles obstáculos para Obama, que recibirá a los líderes de Oriente Medio en una cena organizada en la Casa Blanca.
Washington reunió al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y al presidente palestino, Mahmoud Abbas, para mantener negociaciones cara a cara luego de meses de conversaciones indirectas mediadas por Estados Unidos.
Pero deberá remontar un fuerte escepticismo en torno de las probabilidades de éxito.
Los inusuales comentarios del ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, acerca de la necesidad de dividir Jerusalén -uno de los ejes del conflicto- podrían indicar un ablandamiento de la posición de Netanyahu, históricamente contraria a partir la ciudad sagrada en un acuerdo de paz final con los palestinos.
"Jerusalén Occidental y 12 barrios judíos que albergan a 200.000 vecinos serán nuestros", dijo Barak al diario Haaretz.
"Los barrios árabes, en los que viven cerca de un cuarto de millón de palestinos, serán suyos", agregó, en referencia a Jerusalén Oriental, que Israel capturó de Jordania en la guerra de 1967 y anexó como su capital, un estatus que no es conocido a nivel internacional.
Los palestinos quieren un Estado en la ocupada Cisjordania y la Franja de Gaza, con su capital en Jerusalén Oriental, cuya Antigua Ciudad aloja a al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado del islam, junto con el Muro de los Lamentos, un vestigio de dos antiguos templos del judaísmo.
Comentando las declaraciones de Barak, un funcionario israelí que viajó con la delegación de Netanyahu, dijo: "Jerusalén está en la mesa de negociaciones, pero la posición del primer ministro es que Jerusalén debe permanecer no dividida".
Esa frase, sin embargo, contempla la posibilidad de un acceso compartido a la ciudad, sin la necesidad de declarar una partición física.
VIOLENCIA Y ASENTAMIENTOS
Barak también señaló que un ataque en el que murieron cuatro israelíes en Cisjordania el martes no afectará las negociaciones. El grupo islamista palestino Hamas, que se opone a la paz con Israel, se adjudicó la responsabilidad.
El incidente fue un recordatorio de que Hamas, que controla Gaza, sigue siendo una amenaza para la paz que intenta alcanzar Abbas, cuyo partido secular Fatah gobierna Cisjordania.
La violencia podría disuadir a Netanyahu de acceder a las demandas palestinas de asumir un mayor control de la seguridad en Cisjordania. También quieren que el primer ministro extienda un congelamiento a la construcción de asentamientos judíos, que vence el 26 de septiembre.
Abbas aseguró que se retiraría de las negociaciones si no se renueva esa moratoria.
La cumbre es la apuesta más riesgosa de Obama en el proceso diplomático de Oriente Medio, no sólo porque quiere que ambas partes forjen un acuerdo en los próximos 12 meses, sino también debido a que pone en juego su valioso capital político poco antes de las elecciones legislativas de noviembre.
(Reporte adicional de Jeffrey Heller y Andrew Quinn en Washington; Allyn Fisher-Ilan en Jerusalén, editado en español por Lucila Sigal)
F reuters.com
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