BAGDAD (Reuters) - Un ataque insurgente causó el miércoles la muerte de ocho soldados iraquíes y otras tres personas en una casa en la provincia de Diyala, en el norte de Irak, informó la policía, en el más reciente ataque a fuerzas de seguridad locales mientras Estados Unidos prepara el retiro de sus tropas.
Los soldados murieron cuando una bomba explotó a primera hora de la mañana destruyendo una casa en el pueblo de Sadiya, en el nordeste de Baquba, la capital de Diyala, dijo la policía. Se encontraron los cuerpos de tres civiles en los escombros de la casa.
Las fuerzas de seguridad iraquíes han sido blanco frecuente de una dura insurgencia en los últimos meses, mientras Estados Unidos reduce sus fuerzas en Irak siete años después de la invasión liderada por Washington que derrocó a Saddam Hussein.
Los soldados recibieron disparos desde la vivienda, señaló la policía, mientras que una fuente del Ministerio del Interior dijo que los efectivos ingresaron a la casa siguiendo un dato que indicaba que en el lugar había personas secuestradas.
"La explosión hizo que la casa se desplomara. Los ocho soldados que ingresaron murieron", dijo un oficial de policía desde el pueblo.
Otros cuatro soldados resultaron heridos en la explosión.
"Otros tres cuerpos, dos mujeres y un hombre, fueron encontrados dentro de la casa", dijo otra fuente policial. "Aparentemente murieron a manos de los insurgentes antes de que dejaran la vivienda", agregó.
Washington planea reducir el número de soldados a unos 50.000 para el 31 de agosto, la fecha para el fin formal de las operaciones de combate, desde los menos de 60.000 actuales.
VACIO DE PODER
Los insurgentes parecen estar intentando sacar ventaja de un vacío de poder mientras los políticos iraquíes se pelean por posiciones en un nuevo Gobierno, más de cinco meses después de las elecciones del 7 de marzo que no dejaron un ganador claro.
Los niveles de violencia en Irak han retrocedido desde el pico de enfrentamientos sectarios entre el 2006 y el 2007, pero las explosiones de bombas y otros ataques ocurren con frecuencia.
Las autoridades iraquíes dijeron que el número de civiles que murieron en los ataques insurgentes casi se duplicaron en julio, con 396 bajas, respecto a las 204 del mes anterior. Otros 50 soldados y 89 policías también murieron, según las cifras ministeriales.
En Bagdad, insurgentes atacaron durante las primeras horas del miércoles la casa de Intisar Hassan Mohammed, una importante médica y directora de una maternidad hospitalaria en Bagdad. La policía dijo que ataron a su esposo y la mataron antes de huir de la casa con dinero y oro.
(Reporte de Waleed Ibrahim; Escrito por Ulf Laessing y Jim Loney; Editado en español por Hernán García y Lucila Sigal)
F reuters.com
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