Por Yoko Kubota
HIROSHIMA, Japón (Reuters) - Japón recordó el viernes el 65to. aniversario del ataque nuclear que Estados Unidos llevó a cabo contra Hiroshima, en una ceremonia a la que por primera vez asistió un representante de Washington.
Una campaña de la paz sonó a las 08.15 hora local (2315 GMT del jueves), misma hora en la que la bomba fue arrojada por el avión de guerra B-29 "Enola Gay" el 6 de agosto de 1945, mientras miles de ancianos sobrevivientes, niños y dignatarios guardaban un minuto de silencio bajo un sol abrasador.
"Claramente, la urgencia de la abolición de las armas nucleares está impregnando nuestra conciencia global", dijo el alcalde de Hiroshima, Tadatoshi Akiba, en un discurso seguido por la liberación de una bandada de palomas blancas.
Japón a menudo hace referencia a su posición como el único país que ha sufrido ataques nucleares al pedir la abolición de las armas nucleares. Estados Unidos lanzó una segunda bomba atómica en la ciudad sureña de Nagasaki días después del bombardeo a Hiroshima.
Pero el primer ministro nipón, Naoto Kan, reafirmó la necesidad de que Japón se mantenga bajo el "paraguas nuclear" de Estados Unidos, enfatizando la paradoja que plantea la dependencia de Japón a la capacidad nuclear estadounidense aún cuando rechaza la posesión de ese tipo de armamento.
"Creo que la disuasión nuclear sigue siendo necesaria para nuestra nación en un momento en que hay factores poco claros e inciertos", declaró Kan después de la ceremonia, según una cita reproducida por la agencia de noticias Kyodo.
La Constitución de Japón, redactada en 1947 por Estados Unidos, prohibe que el país mantenga fuerzas armadas o libre guerras, aunque se ha interpretado para permitir la existencia de fuerzas armadas con motivos puramente defensivos.
Estados Unidos, actualmente el mayor aliado de Japón en materia de seguridad, envió por primera vez un representante a la ceremonia, reflejando los estrechos lazos entre ambas naciones y la campaña del presidente Barack Obama para librar al mundo de las armas nucleares.
"Por el bien de las futuras generaciones, debemos continuar trabajando juntos para concretar un mundo sin armas nucleares", manifestó el embajador estadounidense John Roos en un comunicado.
Pero una disputa sobre la reubicación de una base aérea estadounidenses en la isla de Okinawa, en el sur de Japón, ha complicado las relaciones y avivó el debate sobre la política de defensa de Japón mientra enfrenta el creciente poderío militar de China y a una impredecible Corea del Norte.
Reportes de medios han dicho que un panel asesor pronto instaría al Gobierno a relajar las medidas que impiden que se desplieguen armas nucleares en el país, en momentos en que Japón planea una revisión al área de Defensa para fines de año.
Pero aunque algunos políticos conservadores también han convocado a un debate respecto a si Japón debería tener armas nucleares, ha habido poco apoyo entre la opinión pública.
Kan reiteró que Japón se apegaría a su autoimpuesta prohibición de poseer, producir e importar armas nucleares.
"Queremos el desarme nuclear, y si Estados Unidos asume el liderazgo, otros países podrían seguir sus pasos", opinó Tomiko Matsumoto, un sobreviviente de 78 años del ataque contra Hiroshima.
"Primero lo odie (a Estados Unidos), pero el odio ha desaparecido. Ahora quiero un mundo en paz", agregó.
(Editado en español por Hernán García)
F reuters.com
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