Todo comenzó cuando en un cruce de disparos soldados del ejército del Líbano abrieron fuego hacia una fuerza del ejército israelí, que se hallaba cerca del límite internacional. De los disparos murió al instante un teniente coronel israelí y un capitán resultó gravemente herido.
Israel, por su parte, lanzó fuego de artillería hacia puestos del ejército libanés, por lo cual murieron tres soldados y un periodista libaneses.
Este es el peor incidente en la frontera entre ambos países, desde la guerra entre Israel y Hezbolá, que estalló hace algo más de cuatro años.
El general Gadi Eizenkot, jefe del Comando norte del ejército israelí, aclaró que las tropas se hallaban "en una operación de rutina con el objetivo de quitar malezas crecidas cerca de la frontera, dentro de territorio israelí". Israel recalcó que debido a la cercanía del punto en cuestión respecto de la frontera, el Ejército había notificado a los Cascos Azules de las Naciones Unidas (Finul).
Esos árboles se encontraban en la llamada 'línea azul' fijada por la ONU en el 2000 para marcar la retirada israelí del sur del Líbano, que se mantuvo por dos décadas, una demarcación que todavía hoy genera divergencias.
El Líbano considera que su territorio llega más allá de la 'línea azul', hasta la llamada 'valla técnica', fijada por Israel.
La versión del ejército libanés explica que "la patrulla (israelí) no se detuvo a pesar de la intervención de la Finul para impedírselo. El ejército libanés intervino usando armas de fuego y cohetes de tipo RPG".
El Secretario General de la organización chií pro iraní Hezbolá, que opera en Líbano, Hassan Nasrallah, declaró que "el ejército libanés actuó en forma heroica" y aseguró que su movimiento "lo apoyará".
Responderán a provocaciones
Por su parte, el ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, dirigió su acusación al gobierno del Líbano, al que responsabilizó de todo lo sucedido y lo que aún pueda acontecer en la frontera con su país. "Lo que sale de territorio libanés, es responsabilidad del gobierno de Beirut", declaró Barak.
Las autoridades israelíes señalaron que "no se dudará en responder a provocaciones", mientras que del lado libanés se responsabilizaba a Israel de la violencia en la zona.
En las últimas horas, una tensa calma reinaba en la región, con la esperanza de que el incidente haya sido algo puntual aislado y no el comienzo de una amplia conflagración.
Fuentes militares israelíes señalan que todo parece haber sido iniciativa de un oficial libanés de bajo rango, pero el problema es el telón de fondo: según la Inteligencia israelí, hay un creciente acercamiento entre el ejército del Líbano y Hezbolá.
La zona está bajo control del destacamento español de la Finul, que ha pedido contención a ambas partes con el fin de evitar una escalada que pueda llevar a un conflicto mayor.
El jefe del Sector Este de la Finul, el general español Juan Gómez de Salazar, que llegó a la población libanesa de Adeise para inspeccionar el puesto del ejército libanés bombardeado por los israelíes, dijo que la misión de la ONU investigará en las próximas horas lo sucedido.
"Hay que esperar los resultados", insistió el general español, quien reveló que desde el lunes la Finul estaba en contacto con israelíes y libaneses, porque Israel quería talar unos árboles en la línea limítrofe.
JANA BERIS
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
JERUSALÉN
F eltiempo.com
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