Por Ross Colvin
WASHINGTON (Reuters) - Funcionarios estadounidenses brindaron el miércoles una evaluación optimista sobre la situación en Irak, pese al fracaso de los políticos iraquíes por formar un Gobierno cinco meses después de las elecciones y un aumento en las bajas civiles durante julio.
"Irak va en una trayectoria positiva", dijo a la prensa en la Casa Blanca Ben Rhodes, un asesor adjunto de seguridad nacional del presidente Barack Obama.
Rhodes habló el mismo día en que la insurgencia dió muerte a ocho soldados iraquíes en la provincia de Diyala y a dos policías en Bagdad, los últimos ataques contra las fuerzas de seguridad locales en momentos en que las tropas estadounidenses se aprontan a terminar su misión de combate el 31 de agosto.
El comandante militar estadounidense de mayor rango en Irak, el general Raymond Odierno, ofreció un informe el miércoles a Obama y su Consejo de Seguridad Nacional, y dijo al presidente que julio fue el tercer mes menos violento en Irak desde enero del 2004.
Washington reconoce que la violencia continúa, pero enfatiza que ha declinado fuertemente desde el pico de los enfrentamientos sectarios en 2006-2007, cuando miles de iraquíes murieron en medio del derramamiento de sangre entre la mayoría chiíta y la minoría sunita.
En momentos en que los iraquíes comienzan el mes sagrado del Ramadán, funcionarios estadounidenses dijeron que esperan un alza en la violencia, con Al Qaeda tratando de explotar el hecho de que las facciones políticas no han acordado un nuevo gobierno tras las elecciones parlamentarias de marzo.
La violencia sectaria se disparó luego de las elecciones parlamentarias del 2005, cuando los políticos tardaron más de cinco meses en negociar un nuevo gobierno.
Tony Blinken, otro miembro del Consejo de Seguridad Nacional, dijo que Al Qaeda está tratando de "volver al juego" luego de que 34 de los 42 principales líderes del grupo en Irak murieron o fueron capturados en los últimos cuatro meses.
"Han sufrido un severo revés, pero aún no están fuera del cuadro", declaró Blinken.
Según información del Gobierno iraquí, la cantidad de civiles muertos en explosiones, balaceras y otros ataques diarios casi se duplicó en julio, a 396 desde 204 en junio. Cincuenta soldados y 89 oficiales de policía también perecieron en ese período.
Los funcionarios estadounidenses recalcaron lo que Washington ve como la capacidad creciente de las fuerzas de seguridad de Irak, que asumirán el control el 31 de agosto, cuando unos 50.000 soldados estadounidenses remanentes adoptarán de manera oficial un "rol de asesoría y asistencia".
Obama ha prometido que todas las tropas de su país abandonarán Irak para fines del 2011, bajo un acuerdo de seguridad firmado por Estados Unidos e Irak, y Rhodes dijo que "todos los sistemas" en el Gobierno estadounidense están trabajando para cumplir ese plazo límite.
Sin embargo, algunos efectivos militares permanecerán para ayudar a entrenar a las tropas iraquíes en el uso de hardware militar que Irak está comprando a Estados Unidos, indicaron funcionarios estadounidenses.
Blinken dijo que el personal, cuyo número podría variar desde decenas a "quizá cientos", estará operando bajo el control del embajador estadounidense y tendría como sede la embajada de su país en territorio iraquí.
El asesor de seguridad nacional de Obama, Jim Jones, señaló que el Ejército estadounidense ha entrenado y asesorado ejércitos extranjeros en todo el mundo.
"En una relación normal con un nuevo Irak y un nuevo gobierno, nuestra intención es tener esa relación", manifestó el funcionario en una entrevista con CNN.
Pero, agregó, no habrá una presencia significativa de tropas en Irak luego de que finalice el 2011.
(Editado en español por Hernán García)
F reuters.com
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