Unos gemelos que nacieron hace cuatro años de una madre que alquiló su vientre están hoy en medio de una pelea jurídica entre el padre biológico, que los sacó del país, y la mujer que los dio a luz, quien dice que son sus hijos y que no pueden separarla de ellos.
El caso, inédito en la historia jurídica del país, acaba de ser resuelto parcialmente por la Corte Constitucional, que ordenó el regreso de los niños a Colombia al menos por temporadas, que las autoridades del caso regulen los contratos de vientres alquilados y que sea un juez de familia el que decida de fondo sobre quién tiene la patria potestad sobre los niños.
Los gemelos viven en la ciudad estadounidense de Sterling (Massachussetts), por decisión de un juez de Cali que autorizó al padre para llevarlos a ese país.
La mujer acudió a una tutela que fue aceptada por la Corte, y el fallo del tribunal señala que "considerar que la madre tiene menor derecho sobre los hijos que el padre porque inicialmente accedió a gestar en su vientre un hijo (...) a cambio de una compensación económica que le permitiera un mejor nivel de vida a su familia, no la inhabilita para exigir valer los derechos de sus hijos".
La historia se remonta al 2002, cuando una pareja colombiana que no podía tener hijos y vivía en EE.UU. acudió a una clínica de Cali para buscar ayuda.
Allí les recomendaron un proceso de fertilización usando una madre sustituta ( vientre alquilado) y les ayudaron a conseguir una candidata. Su nombre figuraba en una base de datos de mujeres dispuestas a prestar su vientre. La elegida, que tenía 26 años y vivía en un humilde sector del municipio de Vijes, aceptó a cambio de nueve millones de pesos, más gastos médicos y de mantenimiento durante el embarazo y el postparto.
Los problemas empezaron cuando el cuerpo de la madre sustituta rechazó los óvulos fertilizados que le implantaron. Ante el fracaso del tratamiento, el padre la convenció para que aceptara ser fertilizada in vitro, pero con sus propios óvulos. Después, ella manifestó su deseo de no separarse del bebé que naciera.
El nuevo tratamiento de fertilización por probeta funcionó tan bien que tuvieron gemelos. El padre, que ya estaba en EE. UU., envió -dice el expediente- 150 mil pesos mensuales, pero los giros se suspendieron al quinto mes de embarazo. Los niños nacieron en Vijes y un hermano de ella terminó de sufragar los gastos del parto.
Cuando los niños cumplieron nueve meses el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) se los quitó a la madre sustituta, por denuncias de supuesto descuido, y los entregó en custodia a una hermana del padre y este último logró que un juez le permitiera sacarlos del país.
El juez señaló que hubo un contrato verbal de alquiler del vientre que fue incumplido por la madre, desconociendo los derechos del padre. Y agregó que iba en contra de los niños la intención de la madre de hacerlos vivir en Cali, "ciudad llena de inseguridad y pobreza que no era el mejor ambiente para ellos".
Desde hace dos años, la madre empezó una lucha, vía tutela, para volver a ver a sus hijos, hasta que el caso llegó a la Corte. Ahora, el Icbf tiene orden de hacer cumplir con el fallo de los magistrados.
REDACCIÓN JUSTICIA
F eltiempo.com
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